El nuevo etiquetado afecta a lavavajillas, lavadoras, lavadoras-secadoras, frigoríficos, vinoteca y congeladores. Desde noviembre de 2020, los fabricantes ofrecen estos productos con las etiquetas nuevas, lo que permite una sustitución paulatina de las etiquetas que se empezarán a presentar en los expositores de las tiendas en marzo de 2021. La nueva etiqueta energética con el código QR entrará en vigor el 1 de marzo de 2021, y hasta entonces está en vigor la etiqueta antigua.

La normativa de la UE relativa a las etiquetas energéticas ha cambiado en el caso de lavavajillas, lavadoras, lavadoras-secadoras, frigoríficos, vinotecas y congeladores. Todos estos equipos reciben etiquetas con la nueva escala de las clases energéticas. El principial cambio ha sido eliminar los signos más (+) que se usaban anteriormente y asumir que las clases A y B más altas deben quedar reservadas para los equipos que sean aún más eficientes que los comercializados hasta la fecha. Por lo tanto, el mismo modelo puede pasar de estar clasificado en la clase A+++ a situarse en la clase D, a pesar de seguir teniendo la misma eficiencia.

La nueva etiqueta energética de la UE se ha introducido para poder dar margen a los fabrican El nuevo sistema de etiquetado impulsa a los fabricantes a alcanzar el máximo rango de eficiencia. No existe una tabla sencilla de conversión de las clases antiguas a las nuevas, porque la nueva etiqueta energética se elabora utilizando un método de ensayo nuevo. Por tanto, los electrodomésticos se van a clasificar de una manera diferente dentro de la nueva etiqueta energética. No obstante, la eficiencia energética del producto no cambia. Cambia solamente su clase (calificación), es decir, la letra indicada en la etiqueta energética.

La normativa de la UE relativa a las etiquetas energéticas ha cambiado en el caso de lavavajillas, lavadoras, lavadoras-secadoras, frigoríficos, vinotecas y congeladores. La nueva etiqueta energética con el código QR entrará en vigor el 1 de marzo de 2021, por lo que, antes de esa fecha, esta etiqueta no tiene validez. Aunque en una etiqueta se indique la clase A+++ y en otra la letra F, eso no quiere decir que el equipo adquirido sea diferente al que hayas visto en la tienda o en la página web. La eficiencia del producto no cambia. Cambia solamente su clase, es decir, la letra indicada en la etiqueta energética.

Posiblemente. Si tenemos en cuenta el avance de la industria desde la creación de la etiqueta energética hace veinticinco años, podemos observar algunos ejemplos positivos. Hoy día, un frigorífico consume tan solo una cuarta parte de la energía consumida por los modelos fabricados hace veinte años, y el uso de un lavavajillas permite ahorrar una tercera parte de la energía que se consume al lavar los platos a mano. Los fabricantes de electrodomésticos en Europa invierten 1400 millones de euros al año en trabajos de investigación y desarrollo en pos de la sostenibilidad.

Se debe a los plazos de fabricación. Los modelos que se hayan dejado de fabricar antes del 1 de noviembre de 2020, para los que no se habían contemplado etiquetas nuevas. Las unidades de estos modelos se pueden vender con la etiqueta antigua hasta finales de noviembre de 2022.

El ahorro de energía supone una de los principales motivos de compra de los consumidores y contribuye a cuidar el planeta. Hoy en día, los lavavajillas consumen un tercio de energía y la décima parte del agua que empleamos a la hora de lavar los platos a mano. No obstante, aún queda camino por recorrer. Los fabricantes seguimos trabajando en innovaciones que contribuyan a mejorar el ahorro de los hogares, como la autodosificación de detergente en las lavadoras.

Efectivamente, ya que uno de los principales objetivos de la implementación de la etiqueta nueva es la mejora de la legibilidad.